Desde siempre se ha comentado que los topos son ciegos, pero lo curioso es que en realidad no lo son aunque si tienen muy poca visión.
Ello es porque viven en total oscuridad al vivir bajo tierra, lo que ha hecho que a lo largo del tiempo se haya adaptado a este entorno. Aún así sus ojos son los más adecuados a la hora de cavar, además de guiarse por el olfato.
Y es que según estudios los topos son capaces de diferenciar colores, y suelen huir de la claridad de la luz.
Como se ve en la imagen, los ojos de los topos son muy pequeños lo que hace que no vean del todo bien pero sí lo suficiente para poder defenderse. ¿No es curioso?