La mayoría de los bebés nacen con los ojos claros, normalmente de color azul grisáceo. Pero éste color de los ojos no tiene que ser definitivo ya que depende de otros factores como los genes.

Los bebés nacen con los ojos claros por dos razones:   Porque  la melanina, el pigmento que da color, no se ha depositado del todo en el iris de los ojos, y porque el iris no se ha oscurecido todavía por la exposición a la luz solar.

El color de los ojos empieza a ser definitivo durante el primer año de edad, ya que durante este tiempo se incrementa la producción de melanina. Así el bebé tendrá los ojos más oscuros si el iris posee más melanina, y con menos melanina se producen unos colores más claros, aunque hasta los tres años de edad puede variar su color inicial ya que los ojos pueden producen o guardan melanina.