Cuando abrimos un mejillon podemos observar que tienen como unos pelos o barbas, lo que es algo curioso.
Los mejillones marinos usan sus barbas para agarrarse con fuerza en las rocas costeras, pudiendo resistir los embistes de la marea, los golpes de las olas entre otros cambios.
Los mejillones están cubiertos de proteínas rícas en un aminoácido denominado «dopa», con propiedades adhesivas, mezclados con iones metálicos. Esto hace que las barbas del mejillón sean bastante duras y flexibles que pueden duplicar su tamaño sin romperse.
Pingback: Bitacoras.com