Cuando tomamos algo picante es normal que los ojos lagrimeen, se nos ponga la cara colorada, la nariz nos gotee, etc. Algo que hace que nos sea difícil disimular delante de alguien que nos hemos pasado con lo picante.
Esto ocurre cuando tomamos alimentos como las guindillas o el chile que pertenecen a la familia de las solanáceas, contienen una proteína cristalina denominada capsaicina. Esta proteína estimula las membranas mucosas y la vasodilatación, que cuando se pone en contacto con las papilas gustativas del cerebro, éste deduce que hay peligro e intenta protegerse. Como consecuencia, se acelera el ritmo cardíaco, fluye la adrenalina y se dilatan los vasos sanguíneos.
En la mayoría de las ocasiones que sentimos picor en la boca solemos tomar mucha agua, pero que no nos quita el picor una vez hayamos tragado el agua. Los alimentos que nos pueden ayudar a deshacernos del picor son los lácteos como la leche o el yogur, aunque otros alimentos también nos pueden ayudar como el pan o el aceite.
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