Con el poco tiempo que tenemos para cocinar hay a quienes se le ha ocurrido cocer un huevo directamente en el microondas, lo que provoca un desastre en la cocina ya que si metes un huevo sin cascar en el microondas éste explota.

La función de las microondas es calentar los átomos de agua hasta hervirla. El huevo está compuesto junto a la clara y la yema de una burbuja de aire llamada «cámara de aire» con el fin de que el pollo respire antes de que salga del cascarón. Por este motivo cuando cocinamos un huevo en un microondas, el aire del huevo se expande junto a la clara y la yema produciendo vapor y aumentando la presión interna del cascarón hasta que se revienta.

Igualmente ocurre con las palomitas de maíz, donde cada pepita de maíz contiene una pequeña cantidad de agua que cuando se calienta a más de 100 ºC la humedad de convierte en vapor, produciendo una fuerte presión sobre ella, que va aumentando haciendo que finalmente explote la pepita y se vuelva de al revés permitiendo que salga el agua como vapor.

Una solución para aquellos que sigan queriendo cocinar un huevo en un microondas es cascarlo antes en una taza.