¿Os habéis preguntado alguna vez por qué los atardeceres son de color rojo o naranja? es curioso ¿verdad?
En realidad, el sol no cambia de color aunque parezca que si al esconderse tras el horizonte. La explicación de ello es la siguiente: La luz del sol es blanca, es decir, es la suma de todos los colores del arco iris (rojo, naranja, amarillo, verde, azul y violeta) que desde el sol a la tierra no se altera hasta que penetra en la atmósfera. Es ahí cuando choca con las partículas que la componen (polvo, gotitas, sal y moléculas del aire…) que esparcen los rayos del sol haciendo que se vea de color rojizo.
Al amanecer sucedería lo mismo si no fuera porque el sol va apareciendo en lugar de esconderse. De esta manera, sus rayos llegan antes en la atmósfera hasta que se ve. Los tonos azules sufren tal dispersión que no lo vemos.
Los atardeceres suelen ser unos espectáculos dignos de ver, compartir y fotografiar. Donde mejor se suele disfrutar es en la playa, es ideal