¿Por qué las piedras pueden rebotar en el agua?
Seguramente que alguna vez hemos visto una piedra lanzada por alguien o por nosotros mismos rebotar en el agua una o más veces.
Las piedras no siempre rebotan en el agua, depende no sólo de la velocidad de la piedra y de la forma, sino del ángulo de choque de ésta con la superficie del agua, del giro y de la posición de la piedra al chocar. Así, la piedra que tiramos al agua puede llegar a rebotar con cualquier ángulo inferior a 45º con respecto a la superficie del agua , hasta el punto de conseguir mucha distancia con un ángulo de 20º, a lo que se le denomina «ángulo mágico».
También, para asegurarnos de que rebote nuestra piedra, cuanto más rápido gire mejor además de que la parte trasera de la piedra esté más abajo que la parte delantera.
¿Por qué cuando hace más calor es en verano?
Como sabemos en invierno hace frío y en verano calor, y hace más o menos dependiendo donde nos encontremos.
De las cuatro estaciones que tiene el año el verano es la más calurosa y esto es porque los rayos solares caen más perpendicularmente sobre la tierra. Al revés del invierno que sucede cuando los rayos solares chocan en la zona más inclinada de la tierra.
Por tanto, cuanto más perpendiculares son los rayos del sol afectan a menos superficie terrestre lo que hace que la calor que cargan los rayos solares se concentra en una zona más pequeña, concentrando el grado de calor.
¿Sabías por qué las brújulas señalan hacía el norte?
Seguramente hemos observado que da igual como pongamos nuestra brújula que señalará siempre hacia Norte, siempre y cuando no esté cerca de un imán, ayudándonos así a no perdernos por el camino.
Las brújulas funcionan gracias a un fenómeno denominado magnetismo, es decir que la aguja de la brújula es un imán pequeño que es atraído por otro mucho más grande que es el de la Tierra. Así, la aguja de nuestra brújula siempre señala hacia el Norte porque nuestro planeta tiene un magnetismo de signo contrario en el Polo Norte Magnetico, que no hay que confundir con el Polo Norte Geográfico, excepto en los puntos situados en el mismo meridiano que el norte magnético.
Todo imán posee dos polos, el de atracción y repulsión, lo que si dos polos poseen distinto signo se atraerán y si poseen un signo igual se repelerán.
¿Por qué la luz atrae a los insectos?
Es muy frecuente, sobre todo en verano ver a muchos insectos voladores revoloteando alrededor de una bombilla hasta morir quemados en muchas de las ocasiones.
Los insectos lucípetos, como son los mosquitos y las polillas son unos insectos que son atraídos por la luz. La luz les posibilita tener una buena orientación si se trata de la luz natural, ya que la luz de la luna y de las estrellas les permiten situarse a una determinada altura durante la noche. Incluso estos insectos pueden llegar a volar muy alto por la luz de la luna que evita que se conviertan en un manjar para otros animales.
La intensidad de la luz natural como es la luz de la luna, por su lejana distancia cae por igual en ambos ojos del insecto, lo que hace que sea capaz de coordinar sus movimientos. Pero si la luz está más cerca como pasa con una luz artificial, esta le da más a un ojo que a otro, por lo que los insectos tienden a mover el ala de ese lado más rápido que la otra, y esto es lo que hace que vuelen alrededor de la bombilla.
Al revés pasa con otros insectos como son las cucarachas que son lucífugos es decir, que se esconden de la luz.
¿Por qué nos pican los mosquitos?
Es bastante frecuente que nos piquen los mosquitos sobretodo en verano. Y es que es en esta fecha cuando los mosquitos aprovechan en picarnos ya que estamos más tiempo con la piel al descubierto.
Son las hembras mosquitos las que nos pican, ya que necesitan la sangre de mamíferos para la puesta de sus huevos. Así, es la sangre de los mamíferos la que le aporta las proteínas necesarias para que sus huevos resulten fértiles. Por ello, es por lo que la hembra tiene una delgada y larga trompa que le permite traspasar la piel de los mamíferos y extraer la sangre.
Además, mientras la hembra saca la sangre que necesita para sus huevos inyecta saliva con el objetivo de que no coagule la sangre y pueda absorberla mejor. Es esta saliva la que nos producen las pequeñas irritaciones tan molestas que nos causa picor.
Según un estudio, los mosquitos eligen a sus víctimas en función de la cantidad de oxido de carbono que emitimos cuando respiramos.