El Otoño es la mejor estación para disfrutar de la aurora boreal. Debido a la prolongación y descenso de temperatura de las noches, que son ideales para los astrónomos, según la NASA.
Esto se debe a que las tormentas geomagnéticas son mucho más frecuentes en otoño que durante el resto del año, pudiéndose ver mejor en el círculo polar ártico.
Las partículas que descarga del sol durante tales tormentas geomagnéticas viajan hacia la tierra a una gran velocidad. Cuando esas partículas chocan contra el campo magnético de la tierra, se encuentran con átomos y moléculas de oxígeno, nitrógeno y otros elementos. De ahí surgen las auroras boreales, maravillosos juegos de luces, que adquieren tonos de color rosa, verde, amarillo, azul, violeta y a veces naranja y blanco, dependiendo de los elementos de las partículas que chocan.
Es un gran espectáculo natural!.