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¿Por qué en Tailandia usan collares altos?
debido a nuestra cultura, suele resultar impresionante ver a primera vista mujeres con collares muy altos, tanto que apenas se les pueden ver sus cuellos.
Esto ocurre en la tribu Padaung, en Tailandia, donde se conocen las mujeres como «de cuello largo» o «las mujeres jirafa». La tradición de llevar collares de hilo de cobre de hasta 12 cm de largo, es debido a su creencia a la protección de los peligros o dificultades en la vida, como enfermedades de la montaña, y las hacen más atractivas para los hombres.
Los anillos en el cuello empiezan a llevarse desde los 5 años y se van añadiendo más según la medida de la traquea, uno cada año hasta los 12, y a partir de ahí van añadiendo más hasta que cubra todo el cuello. Lo curioso es que, en principio, estos aros nunca se lo quitan.
Por lo visto, son fugitivas de Birmania, país del que huyeron a finales de los años 80 por la represión que el gobierno planeaba sobre ellas, y acabaron emigrando a montañas tailandesas.
Recuerdo haber visto una entrevista a una mujeres con esta tradición y comentaron que, aunque confirman que para ellas es incómodo, es normal e importante llevarlo.
La llevanza de estos collares da la sensación de incomodidad, e incluso pueden suelen llevarlo en las piernas, es curioso.
¿Sabías que las jirafas son mudas?
Hace unos días, un amigo me comentó que las jirafas son mudas ¡mudas!. No lo sabía, aunque no se por qué no me lo había planteado.
Por lo visto, las jirafas no tienen cuerdas vocales. Aún así, se ha descubierto que pueden emitir sonidos que el humano no puede percibir. Lo hacen a través del infrasonido, es decir, por ondas acústicas que al hombre le resulta imposible escuchar.
Las jirafas son unos animales con unas patas muy largas y finas, y cuello largo para poder comer de las hojas de los árboles. Al no tener cuerdas vocales se comunican a través de gestos y olfato. Por ejemplo, los machos pueden ligar con las hembras con un estornudo.
Otra curiosidad de las jirafas es que son el mamífero que menos duerme, apenas 2 horas al día de media, pero con pequeñas siestas de entre 5 y 10 minutos.
Además, las manchas que vemos en su piel son muy singulares. Es decir, no existen dos jirafas que tengan las mismas manchas, lo mismo que ocurre con las huellas dactilares para el ser humano.
¡Es curioso!
